miércoles

Cómo orar por los hijos ?

¿Cuánta preocupación hay por ver a cada uno de nuestros hijos en el propósito perfecto de Dios?
“Observa por un segundo la situación actual de tus hijos. A partir de HOY recibirás la herramientas para contemplar con satisfacción y orgullo de padre o madre, sus vidas llenas de Éxito Espiritual, Protección Divina, Realización y Victoria..!”


“Continúa leyendo para descubrir el método de oración para presentar a sus hijos ante Dios diariamente.”


Nuestro enemigo espiritual quiere destruir la familia, pero Dios nos ha dado recursos hermosos para alcanzar la Victoria.
Estos recursos son: La Palabra de Dios y La Oración.

Satanás no puede robar ni uno solo de nuestros hijos. Nuestra posición como padres es interceder. 
Cuando un padre y una madre caen de rodillas ante Dios para interceder por sus hijos… El enemigo tiembla.
Dios ha dicho: “Pídeme y te daré por herencia las naciones” Salmo 2. 
Como padres no estamos pidiendo una nación estamos pidiendo por uno, dos o más hijos.
Podemos descansar en Dios. Este plan de oración nos ayudará para pedir efectivamente y con propósito basados en la Palabra de Dios siguiendo modelos de oración bíblicos.
Queremos compartir con ustedes herramientas que nos han sido efectivas en nuestra lucha espiritual diaria por nuestros hijos.


En las victorias, en las luchas, en las tentaciones y en las caídas de las familias, la oración al todopoderoso ha sido el cayado que las ha sostenido y el cristal que les ha permitido ver la mano de
Dios en acción.

A veces nosotros queremos convertir a nuestros hijos o hacerlos santos o siervos de Dios y nada de eso funciona. Nos llevamos las manos a la cabeza y decimos:
¿Dónde fallamos, Dios? ¿Por qué OH Dios?.
La frustración nos arropa y el desaliento nos satura. Es en ese momento cuando sabemos que la única ruta, es la ruta de la oración a aquel que ha dicho:

“Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
Anhelamos que esta herramienta práctica te ayude a llevar a tu familia al altar durante 31 días usando la Palabra de Dios como base para la oración. Que el Señor nos ayude.

domingo

¡Quiero éxito en mi vida!

A todos los seres humanos les gusta pensar en TENER EXITO, a los cristianos también nos gusta tener éxito en la vida como: profesionales, como hijos, como padres, como esposos, como novios, como amigos, como líderes, como servidores, como casi todo en lo que nos involucramos voluntariamente y con mucho gusto. 
Un cristiano maduro promedio tiene gran conocimiento de la Bilbia, practica un buen número de convicciones éticas y morales que con seguridad lo distinguen en cualquier lugar donde viva porque en este mundo abunda más la “oscuridad” que la “luz”.
Está bien que un cristiano desee tener éxito en su vida: la Palabra está llena de promesas de bienestar, abundancia, prosperidad y gozo para los que buscan a Dios. 
Solo que es útil de vez en cuando recordar que en la vida cristiana el éxito es la consecuencia de hacer la voluntad de Dios, y no al revés. Se puede decir que lo más importante para el cristiano debería ser que Dios tenga éxito en su vida (su Palabra, su manera de hacer las cosas, sus propósitos, sus sueños). Y sería negativo pensar que en muchos cristianos alrededor de todo el mundo, en la mayor parte de sus vidas, no es así. El Señor tiene éxito en sus planes, pero desgraciadamente a veces no dejamos que tenga éxito en ciertas áreas de nuestra vida.
Jesús nos enseña a orar: “Que se haga Tú voluntad en la tierra, así como en el cielo” (Mateo 6:10). En el mundo las personas no andan buscando cuál es el deseo de otros para sus vidas, no van por ahí preguntando “Papá, ¿qué quieres que haga con mi vida?” Más bien las personas buscan realizar sus planes, sus sueños individuales y en esto, y solo en esto consiste el éxito.
Dios invita a sus hijos, a sus amigos, a un éxito superior, sueños superiores, más frutos. Solo que cuando nos habla necesitamos “ablandar” el corazón, dominar nuestro impulso de hacer lo que ya habíamos planeado hacer en primer lugar antes de conocer lo que El quiere que hagamos:
“Por lo cual, como dice el Espiritu Santo: si oyereis hoy su voz no endurezacais vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron a pesar de ver mis obras durante cuarenta años”. (Hebreos 3:7-9, RVR)
Cuando me pasa que llevo años luchando por sueños o metas espirituales que no acabo de alcanzar, y me preocupa, y pienso por qué incluso otros han tenido éxito en esa área, me conviene añadir a estos pensamientos en qué cosas Dios lleva años tratando de tener éxito conmigo y no lo he dejado. Puedo ser muy maduro en algunas áreas, estar lleno de dones y sin embargo en otras no querer aprender, no querer oir consejo, no querer obedecer estrictamente las instrucciones porque vienen de gente con menos dones.
La Biblia describe este corazón con exactitud en : “… siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos” (Hebreos 3:10, RVR)
El término vagar es exacto, dar vueltas, no llegar a ninguna parte, no saber qué hacer, estar lleno de incertidumbre. Y el resultado, quedarse fuera del proceso que produce los frutos que Dios quiere y que nosotros también esperamos.
Como con aquel pueblo de Israel rebelde, Dios se siente frustrado con nosotros cuando nos ve buscando nuestro éxito separado de El. Pero, a veces, sí le tenemos miedo a los planes de Dios, porque sentimos que los nuestros nos van a dar más satisfacción. Cuando le oramos a Dios, si le pedimos “Señor, ten éxito realizando tus maravillosos planes en mi vida” sería lo mismo que “Que se haga tu voluntad”.
Y sí, quiero tener éxito en mi vida, lo cual significa que Dios se lleve TODA la gloria.
PARA TENER EXITO EN LA VIDA, DEBES ENTREGAR TU CORAZÓN POR COMPLETO A DIOS.

sábado

Auxilio tengo un hijo adolescente

Se identifica con esta frase? 
¿Ha llegado a buscar ayuda por la situación con su hijo (a) adolescente? 
Pues permítame decirle que no es la única persona que ha pensado en esto. La mayoría de los padres con hijos adolescentes, están igual de preocupados que usted, y con mucha razón, por el hecho de no saber qué es lo que pasa con sus hijos, y qué es lo que ha sucedido con los que hasta hace poco eran unos niños tiernos y predecibles.
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Ahora lo que más debe interesarnos, es que quienes están aún más preocupados son sus propios hijos adolescentes. 
¿Sabía usted esto? Si usted siente preocupación, imagínese la que están sintiendo ellos, incluso la ansiedad que les causa esta etapa tan decisiva en sus vidas.
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Tal vez no recuerda bien su etapa de adolescencia, pero sería bueno que le pregunte a sus padres, qué recuerdan de los cambios que vivieron con usted.
Ahora, quisiera poder ayudarle a que entienda un poco lo que esta sucediendo con su hijo (a) adolescente:
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Un cambio que empieza.
¿Su hijo (a) a partir de los 11 años aproximádamente, incluso antes, empieza a cambiar. Cambia no sólo en su manera de comportarse, sino tambien en su físico?.

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Antes de llegar a esta edad, recordará que eran NIÑOS felices, para los cuales su preocupación principal era jugar, comer, dormir y estudiar cuando se le obligaba en muchos casos. 
En esta etapa se encontraban aún en la escuela, en un medio que ya no les era tan emocionante como en 1 Grado, pero si un medio donde eran los más grandes, (6 grado) y con más experiencias. 
En esa época, casi todo era predecible para ellos, se sentían tan seguros que nada les preocupaba, hasta que la mayoría empieza a sufrir cambios físicos que los desconciertan, y que a la vez no saben como decirles a sus padres que les esta pasando.
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Estos cambios a veces empiezan en algunos niños a muy temprana edad, donde ninguno de sus compañeros o amigos los han experimentado, lo cual les llena de vergüenza y hace que se comporten extrañamente incluso hacia sus compañeros, sobretodo en el caso de las mujeres que desarrollan a edad temprana. 
Trate de observar a las niñas, que han empezado a cambiar en su físico, con la relación de sus compañeros cómo se burlan de éstas, sin saber que ellos mismo pasaran en un momento dado por esta etapa.
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En algunas ocasiones las niñas tratan de ocultar sus cambios con sweters largos y anchos, aunque esten muriendo del calor, y como sus compañeros (as) son tan crueles, para burlarse de ellas, por su tamaño, por su ropa, e incluso por que tienen busto.
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Ahora todos pasarán por esa etapa, algunos más rápidos , pero otros más lento que todos los demás, y para éstos también es un gran problema, pues cuando ya todos sus compañeros han desarrollado o por lo menos han iniciado la etapa del desarrollo, estos OTROS, siguen siendo niños, lo cual también les causa ansiedad y hasta depresión.
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Esto es uno de los primeros problemas que pasan sus hijos al iniciarse esta etapa de cambios.
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Y siguen los cambios…
Ahora sus hijos se enfrentan a un nuevo mundo: el Colegio o escuela.
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En un principio dijimos que estando en la escuela se sienten seguros, por ser los más grandes, y llegan a cumplir todas sus expectativas hasta el día de su graduación, donde se convierten en las ESTRELLAS, pero por pasar este gran evento caen en un gran hueco.
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He escuchado historias de cantantes famosos, donde cuentan que después de un gran espectáculo, donde son el número 1, al terminar el evento, y volver a su vida normal, sienten que caen de una nube en caída libre, y entran en soledad y depresión por unos días.
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Pues esto mismo les sucede a los adolescentes, están en las nubes al llegar al máximo de la escuela, pero cuando ingresan a la secundaria, y se dan cuenta que ya NO son las estrellas, que más bien son los bebés, esto es un golpe muy grande para ellos, es empezar de cero, y es la primera vez de muchas veces que les tocará vivirlo, sin agregar que ya su situación por sus cambios físicos los tienen preocupados.
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Ahora empezarán una vida totalmente distinta a la que estaban acostumbrados, ya no tendrán una maestra que los conocía tan bien y a la cual sólo tenían que rendir cuentas, ahora tendrán más de 13 profesores en algunos casos, sus horarios de estudio son más largos, y los simples conocimientos que tenían se verán invadidos por problemas de algoritmos, geometría, química, física y demás…. agregando que tendrán más tareas, más trabajos…
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Podría seguir escribiendo muchísimas más cosas que les suceden en esta etapa, que han empezado a descubrir y que muchas veces les llenará de satisfacción y muchas otras de sufrimiento.
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Usted mismo podría participar, con todas las experiencias que ha tenido con su hijo (a), o a la de menos podrá recordar las mismas experiencias suyas durante su adolescencia. 

Cuantos adolescentes no pasan por eso hoy en día y sabe cual es la diferencia para que puedan culminar con golpes y raspaduras pero también con éxito esta etapa tan difícil, unos padres que sepan estar ahí, para ir de su mano, que les brinden su hombro para llorar por un primer amor perdido, o solamente que esten ahí cuando ellos mismos no saben que tienen.
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Ahora, todavía dirás: AUXILIO tengo un hijo adolescente!, o más bien escucharás un clamor de un hijo que pide AUXILIO, porque no sabe que pasa, porque su cuerpo ha empezado a cambiar sin solicitarlo, porque todo cae de sus manos que al crecer se han puesto un poco torpes, o porque sus compañeros se burlan por el tamaño de su busto, o porque es muy bajo, o porque cuando habla su voz se quiebra y se le va, o porque se enfrenta a un mundo donde el que sobrevive es el más fuerte, si se puede explicar así el colegio, y aparte puede estar pasando un divorcio de sus padres, la muerte de un ser querido, el cambio de residencia a una ciudad lejana o a otro país, o que más?, usted también puede agregar más de estas preguntas si las hace pensando en su hijo (a).
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Es hora de que velemos por nuestros hijos adolescentes, de que seamos sus amigos que los escuchemos y aconsejemos, es hora de darles confianza para que puedan acercarse a nosotros y decirnos lo que pueden estar pasando, sintiendo o viviendo.
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Estamos a tiempo, no esperemos a que sucedan las desgracias que hemos escuchado y visto en las noticias o las de otras personas, somos nosotros los que tenemos la mayor respuesta a las necesidades de ellos, y para las que no tenemos, busquémoslas juntos.







 


                                 Dios bendiga a las familias.




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